Solicitar financiación es algo que está al alcance de cualquiera. Cada día se suscriben miles de préstamos en todo el mundo, con condiciones variables y plazos de devolución que pueden ser a corto o a largo plazo. Asociamos los préstamos rápidos a aquellos que se devuelven en un periodo de tiempo muy corto. Hay algunos que deben devolverse en el plazo de un mes. Pero hablar de préstamos rápidos a largo plazo es otro concepto muy diferente. Te invitamos a que conozcas cómo son.
Préstamos rápidos, así son
Los préstamos rápidos han supuesto una verdadera revolución a la hora de pedir dinero prestado. Cuentan con numerosas ventajas, como la de no tener que acudir a tu entidad bancaria, poder solicitarlo desde tu teléfono móvil o desde tu ordenador. Pero lo mejor de todo, es que el tiempo de respuesta es muy veloz. Una vez que tu solicitud ha sido aprobada, puedes tener el dinero en tu cuenta corriente en un mínimo de 15 minutos. Cuando hay una necesidad, este tipo de préstamos es la solución más conveniente.
¿Qué es un préstamo rápido a largo plazo?
Tal y como decíamos en el preámbulo, asociamos préstamo rápido aquel que se devuelve en un plazo de tiempo muy corto. Pero también existe la figura del préstamo rápido a largo plazo.¿En qué consisten? ¿Cuál es su objetivo? Para hablar de un préstamo rápido a largo plazo hemos de hacer notar que este préstamo tendrá un plazo de devolución de más de 12 meses. Si es inferior al año, se considera un préstamo a corto plazo. Un préstamo rápido a largo plazo es igual de sencillo de obtener que uno a corto plazo. Ahora bien, existen algunas diferencias que conviene hacer notar.
Obviamente, si es a largo plazo es porque el capital que podemos solicitar es bastante mayor. Si echas un vistazo a los diversos operadores que ofrecen esta financiación, nos encontramos con cifras importantes de incluso de hasta 50.000 €. Estas cantidades son generalmente las que proporcionan las entidades bancarias. Pero las empresas de préstamos rápidos han sabido recoger el testigo y atender a lo que la sociedad va demandando. Hablamos de una financiación que se pueda alargar más en el tiempo y que sea más generosa. ¿Y por qué ocurre esto? ¿Esta financiación de más de 1 año no es solamente exclusividad de los bancos?
Las empresas de préstamos rápidos toman el testigo de los bancos
Si está ocurriendo es por una razón muy sencilla. Hay personas a las cuales las entidades bancarias les han cerrado el grifo del crédito. Estar dado de alta en un fichero de morosos es por ejemplo una de las causas más habituales. Pero, obviamente, hay que seguir dando respuesta a lo que los usuarios necesitan. Solicitar un préstamo rápido a largo plazo, incluso estando en un fichero de morosos, es perfectamente posible. Ese es el hueco que están cubriendo actualmente las entidades financieras que se dedican a los préstamos rápidos. Y gracias a esta posibilidad, muchas personas están sacando adelante sus proyectos y poniendo en orden su economía.
Para solicitar un préstamo rápido a largo plazo hemos de cumplir una serie de requisitos. Estos son lógicamente más severos que el de un préstamo a corto plazo. Para comenzar, es muy importante y ayuda a la concesión del préstamo el poder justificar unos ingresos periódicos. Lo más habitual es una nómina, ya que es una garantía de que nuestra solicitud puede ser aprobada con más facilidad. Sin embargo, también es posible conseguir un préstamo rápido a largo plazo si no disponemos de una. Para ello es necesario presentar un aval. Ya hemos hablado sobre lo que es y qué compromisos adquiere la persona que se brinda a ser nuestro avalista.
El avalista responde con sus bienes ante un posible impago por nuestra parte. No tiene por qué existir ningún tipo de relación familiar con el avalista. Basta con que sea una persona que tenga la capacidad de responder ante nosotros y se preste a ayudarnos.
¿Cuánto tiempo puede ocuparnos un préstamo rápido a largo plazo?
Todo lo que sea un plazo superior a 12 meses ya se considera préstamo a largo plazo. A la hora de solicitar esta financiación, hemos de tener en cuenta cuál es la cuota que vamos a pagar. Si alargamos el plazo en el tiempo, las cuotas serán inferiores. Sin embargo, el plazo de devolución se alarga y los intereses a pagar serán mayores. Si por el contrario, acortamos el periodo de devolución, el valor de la cuota es más alto. En este caso, los intereses al final serán menores.
La clave a la hora de solicitar un préstamo rápido a largo plazo es encontrar un buen equilibrio. Es decir, tener una cuota que nos resulte cómoda, pero que a la vez no haga el plazo de devolución demasiado alto. Si escogemos una cuota elevada con el objetivo de pagar el préstamo en poco tiempo, podemos encontrarnos con un problema. Imagina que vas pagando tus cuotas poco a poco, pero te encuentras con un inconveniente. Desde que pierdas tu puesto de trabajo, que te reduzcan la jornada laboral, y por tanto, los ingresos, o que caigas enfermo. Si la cuota es muy alta, podemos encontrarnos en series dificultades a la hora de devolverlas.
Lo más sensato es siempre poder pagarla con comodidad, incluso de tal manera que puedas permitirte ahorrar algo de dinero a principio de cada mes. Con ello, podrás ir haciendo una hucha y utilizarla para pagar anticipadamente el préstamo. Esto es una gran ventaja, ya que estarás ahorrando intereses y reduciendo el importe de la cuota o el tiempo de devolución.
Encuentra tu préstamo rápido a largo plazo
Por tanto, si necesitas un préstamo rápido a largo plazo, lo más lógico es recabar toda la información posible. Te costará muy poco encontrar una empresa que te la proporcione y que sea capaz de hacerte una buena oferta. Este tipo de financiación está adquiriendo bastante auge y supone un verdadero alivio económico si lo que deseamos es, por ejemplo, reunificar deudas. ¿Cuándo vas a solicitar el que más te conviene?
