Generalmente tenemos una relación duradera con nuestras entidades bancarias; algo que casi siempre ha sido así si nos encontramos a gusto. Cambiar de banco es ahora más fácil que nunca, existe una gran oferta de entidades bancarias que ofrecen incentivos que nos pueden interesar. ¿Cuándo me interesa realizar este cambio?
Cambiar de banco, ¿me interesa?
Esta pregunta tiene una respuesta muy sencilla. Hemos de plantearnos cambiar de banco cuando aquel en el que tenemos nuestras finanzas no es capaz de igualar las ofertas de la competencia. Muchas veces desconocemos que hay algunos incentivos que las entidades bancarias ofrecen a sus clientes. Si no preguntamos por ellos o hacemos una visita a la oficina de vez en cuando, los estamos dejando pasar de largo.
Gran parte de los ingresos de los bancos viene de las comisiones que se gravan a los clientes. Éstas pueden ser menores en el caso de cumplir una serie de requisitos, como tener domiciliada la nómina o contratado algún tipo de producto. Si tu idea es cambiar de banco, lo más interesante es que vayas eliminando todo aquello de lo que te puedas desprender sin inconveniente. Por ejemplo, cancelando las tarjetas de débito y crédito que ya no utilices; o solicitando el movimiento de tu plan de pensiones de una entidad a otra. Pero para cambiar de banco hemos de tener presente diversos factores. ¿Voy ahorrarme dinero con este cambio? ¿Me interesa porque voy a obtener mejores condiciones? ¿El cambio lo voy a realizar porque la operativa online es mucho más simple?
Cómo se cambia de banco
Para hacerlo, previamente habrás elegido otra entidad bancaria que te ofrezca unas condiciones mucho mejores; o que simplemente sea de tu agrado. Una vez que ya tienes tu nuevo número de cuenta, podrá solicitar a tu empresa si trabajas por cuenta ajena que realice el cambio para domiciliar la nómina lo antes posible. Conviene avisarlo en nuestro lugar de trabajo con bastante antelación.
Si trabajas por cuenta propia, ese paso te lo ahorras y bastará con que vayas domiciliando los recibos a ese nuevo número de IBAN. Hay tareas que no podrás realizar por ti mismo, como el cambio de hipoteca, traspasar un préstamo o tu cartera de valores. No te preocupes, la entidad bancaria de la cual te vas te lo hará sin ningún tipo de problema. Una vez que ya he realizado todos los cambios, lo mejor es que canceles la cuenta y no la dejes inactiva. Esto puede ocasionar cargo de comisiones que, a lo largo del tiempo, supondrán una cantidad importante de dinero.
Para cancelar tu cuenta definitivamente, pide cita en la entidad bancaria. Deberás firmar los documentos de cancelación, si hay otro titular también deberá consignar su firma. A partir de ese momento, tu cuenta será cancelada y el dinero que quede pendiente en ella será abonado en efectivo. Siempre es una buena idea que, llegados a este momento, el saldo que quede disponible sea el menor posible. Como puedes apreciar, cambiar de banco es un proceso sencillo, que no requiere demasiado tiempo y que puede proporcionarte muchísimas ventajas. Sobre todo un importante ahorro de dinero, además de ganar en comodidad.