El uso del dinero electrónico es más que una realidad. Recientemente hemos sabido que el uso del efectivo durante la pandemia ha decaído en un 40 por ciento, y que las tarjetas han ganado terreno. Pero todo tiene una contraprestación, hemos de pagar por su uso. Sin embargo, evitar comisiones de las tarjetas, tanto de débito como de crédito, es posible si sabes jugar ciertas cartas a tu favor.
¿Qué son las comisiones de las tarjetas?
Es un tipo de tasa que se abona o bien por hacer uso de una tarjeta bancaria, o por retirar dinero de un cajero que no sea de nuestra entidad. Estas comisiones vienen especificadas en los contratos, de tal forma que a los usuarios no les debería pillar por sorpresa el cobro de estas tasas. Pero claro está, no es algo que nos agrade tener que hacer.
Conviene tener en cuenta que este 2020 no es un buen año para las gratuidades de las tarjetas. Los grandes bancos han dado un paso adelante y cobran comisiones fuertes a aquellos clientes que no cumplan unas condiciones, como por ejemplo, tener una nómina domiciliada.
De igual forma, las tarjetas de crédito y débito pueden llegar a no tener comisiones siempre y cuando hagas un mínimo uso de ellas. Si no es así, la entidad bancaria cobrará lo estipulado.
¿Qué hacer para evitar las comisiones de las tarjetas?
En primer lugar, no debemos mantener una tarjeta que no utilicemos. Bastará con cancelar el contrato asociado a la tarjeta y ya de entrada estaremos ahorrando dinero. No tiene sentido pagar por algo que no se utiliza. Seguidamente, conviene estudiar opciones alternativas. Hay bancos que cobran comisiones por algunas tarjetas de su catálogo, pero no por otras; por lo que una simple consulta a nuestro asesor bancario nos sacará de dudas.
Hemos de saber cuáles son las condiciones que debemos cumplir para evitar pagar comisiones. Si se nos solicita alguna compra a crédito, no cuesta mucho hacerlo si las condiciones nos resultan ventajosas. Una tarjeta de crédito siempre es un buen recurso que nos puede sacar de un apuro.
Si vemos que nos están cobrando una comisión por el uso de nuestras tarjetas, podemos tratar de negociar las condiciones y solicitar que se anulen estas tasas. Si somos un cliente atractivo para el banco, probablemente no nos cobren estas comisiones. Pero es algo que no debes dar por hecho, así que prepárate para un «no» por respuesta.
Por último, hay muchas opciones interesantes fuera de la banca tradicional. Los bancos digitales o neobancos están tomando un auge espectacular, y sus condiciones son muy favorables siempre para el cliente. El hecho de no tener sedes físicas hace que puedan ofrecer unas condiciones fabulosas, incluyendo tarjetas sin comisiones.
Evitar las comisiones de las tarjetas es posible, bastará con estudiar lo que tenemos contratado y conseguir las condiciones que mejor nos vengan. El mercado financiero está más vivo que nunca y salir de nuestra zona de confort para explorar otras posibilidades puede hacerte ahorrar muchos euros.