El ahorro es una de esas virtudes con la que muchas personas no han nacido. No son capaces de guardar algo de dinero cada mes para hacer frente a imprevistos. O bien, no pueden darse la satisfacción de comprar algo tras haber ahorrado. Si te sientes identificado, toma nota de estos consejos para comenzar a ahorrar. Si cambias de actitud verás como el proceso tiene una recompensa.
¿Qué es el ahorro?
Aunque saber lo que es, se puede definir como la parte de los ingresos que una persona no destina a su consumo. El ahorro no solo consiste en llenar una hucha o guardar en un sobre algo de dinero. Se puede ahorrar aportando a un plan de pensiones para tenerlo en la jubilación. También puedes ahorrar si cambias las bombillas por leds o decides ir caminando al trabajo en vez de en coche.
¿Qué puedo hacer para comenzar a ahorrar?
Uno de los primeros consejos que puede recibir alguien que desee ahorro es el de tomarlo con calma. Es decir, no ponerse en un principio objetivos muy altos. El ahorro es algo que podamos cumplir, no un esfuerzo extra que nos haga atacar la hucha en caso de necesidad. Por eso, fijarse un propósito realista es la mejor de las propuestas.
El ahorro tiene recompensas inmediatas. Por ejemplo, si sacrificas diariamente el café que te tomas en la calle y guardas esas monedas en una hucha o un tarro, al mes vas a conseguir 36 euros como mínimo. Y con esa cantidad puedes pensar que el gimnasio te está saliendo gratis. O si lo extrapolamos al año, 432 euros, puede ser tu seguro de hogar, de coche o lo que gastas en calefacción en 3 meses. Pensar de esta forma no es lo mismo que querer ahorrar esos 400 euros en 2 meses. Recuerda, pequeños objetivos que siempre puedas ir cumpliendo.
Pensar en el ahorro como en dinero que deja de escaparse es otra de las medidas que funcionan. Cada día, y casi sin darnos cuenta, se nos va mucho dinero en cosas pequeñas de las que se puede prescindir. Si tienes el propósito de ahorrar, haz una lista de esas cosas en las que habitualmente caes y que te llevan a invertir mucho dinero de manera tonta.
Piensa en qué inviertes tu dinero
También llega el momento de hacer un repaso a nuestros gastos mensuales. ¿Estoy suscrito a una revista que jamás leo? ¿Me convendrá revisar las tarifas de la luz, teléfono y servicios? Los comparadores son de gran ayuda en estos caso. En ocasiones no nos planteamos que el ahorro puede comenzar de esta forma. Si sacas papel y lápiz y haces cuentas, siempre hay margen para el ahorro.
Lo bueno de ahorrar es que hay un efecto inmediato con las medidas y una vez que adquieres el hábito, se conserva para siempre. Por eso, los mejores consejos para comenzar a ahorrar son siempre llevar a cabo los que puedes cumplir con comodidad. Si suponen un esfuerzo titánico, terminaras cansándote y abandonando.