La economía tiene diversos vaivenes y en momentos de bonanza, la confianza en las posibilidades económicas hace que tengamos la cartera más suelta. Dicho en otras palabras, nos descuidamos a la hora de realizar gastos y corremos el peligro de sobreendeudarnos. La capacidad de ahorro de familias y particulares está en momentos bajos. Aunque pedir un préstamo no debe suponer ningún problema, cuando encadenamos uno tras otro sí que lo supone. En este articulo vamos a dar las claves para no sobreendeudarse y permitir que tu economía respire un poco.
¿Qué es el sobreendeudamiento?
Es la situación por la cual un deudor es incapaz de hacer frente con su capacidad de pago actual a las diferentes deudas. Dicho de otra manera, emplea más dinero del que puede para pagar. Ello tiene como consecuencia un sucesivo sobreendeudamiento del que cada vez cuesta más salir.
El sobreendeudamiento tiene causas diversas, desde perder alguna fuente de ingresos, a gastos compulsivos. Las compras innecesarias o la falta de un presupuesto acorde con nuestra economía son una losa. Sin embargo, existen una serie de claves que pueden ayudarnos a evitar que sigamos en esa espiral. La falta de educación financiera tiene gran parte de culpa.
Claves para no sobreendeudarse
En primer lugar, aplica una simple ley económica: nunca gastes más de lo que ingresas. Hemos de llegar a final de mes con algo de dinero en la cuenta y haber destinado una parte a ahorrar. ¿Por qué? Si hay un imprevisto, como la avería de un electrodoméstico o una multa, evitaremos tener que pedir dinero prestado. Ya sea a un familiar o alguna entidad bancaria.
Tarjetas de crédito
En el caso de las tarjetas de crédito, hay que tener en cuenta que bien usadas son excelente medio para poder disponer de liquidez. Sin embargo, pueden proporcionar la sensación de una liquidez inexistente. Utilizadas con prudencia pueden ser un buen aliciente, pero nunca deben ser la base de nuestra economía doméstica.
Compras compulsivas
Las compras, tan apetecibles por regla general, han de evitarse de manera compulsiva. Conviene hacer previamente un análisis de lo que necesitamos y lo que no. Siempre que sea posible, tratar de no pagar a plazos nada que no tenga una larga vida útil, como puede ser la ropa. Pagando al contado evitamos además el pago de intereses, que minan nuestra salud financiera.
Control y análisis de gastos
Controlar nuestros gastos es quizás la herramienta más poderosa para evitar el sobreendeudamiento. Ya sea en un programa informático o en una simple libreta, hemos de llevar un control monetario. Analizando los gastos es posible darse cuenta de lo volátil que es el dinero. Solo así podemos reencauzar nuestra economía para poder fomentar un mayor ahorro.
Si destinamos más de un 30 por ciento al pago de deudas, estamos sobreendeudados. En esta situación, el margen de actuación con respecto a un imprevisto es nulo, pudiendo dar lugar a insolvencia económica. Recuerda, divide en tres partes tus ingresos y calcula cuánto destinas a pagar deudas.
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