Conseguir financiación para la compra de un inmueble es una de las principales preocupaciones de quienes se enfrentan a este reto. Las hipotecas. Si desconoces los diferentes tipos de préstamos existentes, te recomendamos que leas este artículo. Descubrirás que no solo hay un solo modelo de ella, sino que nos encontramos con la hipoteca fija, la variable o la mixta. Cada una posee unas características propias que harán que nos decantemos por una u otra. Hacerlo bien implica que puedes ahorrar una buena cantidad de dinero al cabo de los años.
¿Qué es una hipoteca?
Aunque probablemente ya lo sepas, te recordamos que una hipoteca es la suscripción de un contrato entre dos partes, la entidad financiera, generalmente un banco, y una persona. En este acuerdo, el comprador recibe una cantidad económica para la adquisición de un inmueble. Se debe devolver la cantidad establecida en un plazo acordado de años. Las hipotecas vienen gravadas con un interés, que puede ser fijo, mixto o variable. Su valor de referencia es el Euribor. Actualmente este valor se encuentra en zona negativa, lo que es una buena noticia para quienes ya tienen suscrita una.
En la época del boom de la construcción, entre 2001 y 2007, se produjo un récord en la contratación de hipotecas. Aunque el dinero fluía a ojos de todos, conseguir una hipoteca era más sencillo que en la actualidad. Esto llevó a gran cantidad de jóvenes a suscribir hipotecas para financiar la compra de una vivienda. La posterior crisis económica en el año 2008 llevó a que parte de estos nuevos propietarios perdieran sus empleos. Con ello, no podían hacer frente a los préstamos. Una situación muy comprometedora y que sirvió de toque de queda a las entidades bancarias. Esa es la razón por la que conseguir un crédito hipotecario ahora no sea tan sencillo.
Tipos de hipotecas: fijas, variables y mixtas
Una hipoteca permite acceder a gran parte del total de lo que se solicita por el inmueble. Generalmente es hasta el 80 por ciento de su valor. Sin embargo, el usuario se encuentra con la problemática de no saber qué tipo de hipoteca es la que más le conviene. En primer lugar, porque no existe una buena educación financiera, y suelen desconocerse algunos términos a la hora de contratar estos productos. Y, en segundo lugar, porque no todos los bancos ofrecen los mismos tipos de hipotecas.
Comencemos conociendo los diferentes tipos que podemos encontrar actualmente.
Hipotecas fijas
Este tipo de hipoteca garantiza que la cuota mensual siempre será la misma. Es decir, el interés no varía, ya que no toma ninguna referencia como el Euribor. Por ello, se trata de un producto muy adecuado para quienes tengan la seguridad de poder abonar esa cuota cada mes. Los bancos ofrecen estas hipotecas con un interés fijo y generalmente bajo aunque a mayor precio que en una variable. Solo a clientes que cumplan ciertas condiciones. Por ejemplo, domiciliar la nómina, hacer uso de las tarjetas de crédito de la entidad, contratar algún seguro o domiciliar un número de recibos.
Son unas ventajas que en caso de que el cliente no cumpla con ellas, puede afectar negativamente a la cuota hipotecaria. Ya que aumentaría su coste final. Las hipotecas fijas tienen un plazo de ejecución menor al de las variables. Por lo que son un producto adecuado para quienes deseen o puedan liquidar la deuda en ese tiempo pactado.
Hipotecas variables
En las hipotecas variables, el interés no es fijo, sino que va cambiando en referencia al Euribor. Y generalmente es cada seis meses cuando se hace una revisión de este interés. Así se determina que la cuota resultante sea mayor si el Euribor ha subido, o que sea menor si ha bajado. Estas hipotecas se caracterizan por tener un plazo de ejecución mayor con respecto a una hipoteca variable. El interés de estas es menor, las hipotecas variables fluctúan. Por lo que no se trata de un producto adecuado para personas que tengan una capacidad de pago limitada.
Son conocidos los casos de compradores que contrataron este tipo de hipotecas, y al existir variaciones en el interés, se encontraron con dificultades. Conviene tener cuidado con esto, si el índice de referencia se torna positivo y al existir un plazo mayor de ejecución, se puede terminar pagando más que con respecto a una hipoteca fija.
Hipotecas mixtas
Son las hipotecas menos conocidas, principalmente porque no todas las entidades bancarias las ofertan entre sus productos. En un mercado dominado por la hipoteca fija, esta representa aproximadamente un 8 % del total. En estas hipotecas se combinan los dos tipos de interés. El primer tramo es de tipo fijo, y suele hacerse por un periodo de 15 a 20 años. Pasado este tiempo, se pasa a internes variable y que toma como referencia lógicamente el Euribor.
Son hipotecas muy interesantes y que combina las ventajas de ambas. Por un lado, al ser el primer tramo de tipo fijo, el comprador se garantiza un tipo de interés bajo. Sabemos que los primeros años de pago es en el que se abonan mayor cantidad de intereses. Pasado este tiempo, se pasará al fijo. Tienen la desventaja de que las comisiones en estas hipotecas son mayores con respecto a las otras dos. Sin embargo, las hipotecas mixtas son un producto de especial interés para quienes tengan la intención de cancelarla de manera anticipada. Para aquellos compradores con gran capacidad de ahorro, o quienes deseen adquirir un segundo inmueble para destinarlo como bien de tipo vacacional. De esta forma, destinan los ingresos para ir pagando la hipoteca.
Consejos útiles antes de contratar tu hipoteca
Contratar una hipoteca conlleva una gran responsabilidad. Ya que estamos gestionando una deuda de bastante importancia y que implica muchos años de esfuerzo. No conviene ir a firmar una hipoteca sin tener muy claro qué es lo que vamos a hacer. Para ello, nuestros consejos van destinados a ayudarte.
Comparar entre diversas entidades
El mercado hipotecarios es diverso y no todas las entidades bancarias ofrecen el mismo modelo de hipoteca. Una vez que tengamos claro cuál es el tipo de préstamo hipotecario que más nos interesa, concertaremos una cita y veremos las posibilidades. Siempre es interesante pedir una copia de las condiciones de contratación antes de firmar nada. En caso de duda, consultar al gestor o incluso a un asesor fiscal para que nos ayude.
Elegir bien
Ahora que ya sabes de forma aproximada las diferencias entre las hipotecas que se ofertan en España, elige aquella que más se adapte a tu situación financiera. Siempre hay que tener en cuenta que hemos de prever una serie de gastos adicionales, como el de la notaría o la inscripción en el registro.
Realizar comprobaciones previas
Puede que no lo sepas, porque no existe obligación para ser notificado, pero no debemos ir a solicitar una hipoteca sin la certeza de no estar en un registro de morosos. En caso de duda, puedes solicitar esta información. Te será de muchísima utilidad antes de comenzar los trámites. Conoce más sobre las consecuencias de aparecer en este tipo de registros. Además, recuerda que conseguir la hipoteca será mucho más sencillo si presentas un contrato indefinido, no tienes deudas adicionales o posees una cantidad significativa de ahorro.
Prepara tu documentación
El banco te va a solicitar bastante documentación para poder valorar tu situación financiera. Con ello, te concederá o no la hipoteca. Ten preparado tu DNI, tu vida laboral, las últimas nóminas, declaración de la renta y patrimonio. En caso que seas autónomo, los pagos del IVA, modelos 036 o 037 y certificado de no poseer deudas con la Agencia Tributaria ni con la Seguridad Social.
Dudas frecuentes sobre las hipotecas
Antes de realizar una contratación hipotecaria, es interesante que te queden resueltas cualquier tipo de duda que pueda surgir. Éstas son las más recurrentes.
- ¿Puedo negociar los términos de la hipoteca una vez firmada? Siempre y cuando se presentan algunos escenarios en los que haya cambiado tu situación económica, sería posible renegociar los términos de la hipoteca. En caso de dificultad económica, la entidad bancaria lo que desea es seguir cobrando, nunca que le dejes de pagar.
- ¿Puedo llevarme la hipoteca de un banco a otro? Sí, no hay inconveniente si has encontrado un producto con mejores condiciones o que te proporcione mayor seguridad. Existen una serie de gastos, pero si las cuentas te cuadran, no hay inconveniente porque el ahorro puede ser interesante a largo plazo.
- ¿He de contratar un seguro obligatoriamente? Contratar un hipoteca suele llevar aparejado hacerlo a su vez con un seguro de vida que nos ofrece el banco. Sobre este punto hay muchísima polémica. No se trata de ninguna obligación si ya tienes contratado previamente un seguro de vida que cubra el capital de la hipoteca. La nueva ley hipotecaria lo deja muy claro, no tienes obligación de contratar un seguro de vida con tu banco.
Ya conoces más sobre los diferentes tipos de hipoteca, la fija, variable o la mixta. Así podrás afrontar la contratación con más conocimientos. No te quedes con lo primero que te ofrezca tu entidad. Hay muchas posibilidades de ahorrar dinero si valoras concienzudamente todas las ofertas.