El respeto al entorno y al medio ambiente no es una moda. Afortunadamente es una manera de afrontar los retos que el planeta nos está poniendo. Esta forma de concienciación tiene una vertiente quizás poco conocida en España. Sin embargo, cuenta con amplio arraigo en Europa, hablamos de las viviendas pasivas. Son aquellas cuya eficiencia energética es máxima y su nivel mínimo de emisiones. ¿Qué debo saber sobre ellas? ¿Existen préstamos sostenibles para viviendas pasivas?
¿Qué es una vivienda pasiva?
Se trata de una solución habitacional, o laboral, en la que el consumo energético es mínimo. Tanto la manera de construir como de aislar; permite que esa casa o edificio mantenga unos niveles muy bajos de emisiones contaminantes. Dicho de otra forma y por ejemplificar. Consiguen estar cálidas en invierno y frescas en verano sin emplear medios artificiales. Para ello utilizan aislamientos totalmente efectivos y hacen recircular el aire.
Contrariamente a lo que pueda parecer, poner en pie una vivienda pasiva no es mucho más caro que una vivienda tradicional. El cálculo está en torno a un 5 por ciento más. Sin embargo, este sobrecoste queda amortizado en unos pocos años debido al ahorro energético. En España, para que una casa sea considerada como pasiva, necesita de una certificación. Actualmente unos 70 inmuebles gozan de esta consideración. Pero fuera de este certificado, el número es mayor y no va a parar de crecer.
En el ámbito legal, las viviendas pasivas están reguladas por la ley europea sobre construcción, 2010/UE/31. Fue aprobada el 19 de mayo de 2010, entrará en vigor el 31 de diciembre de este año. Una normativa que obliga a que las nuevas construcciones públicas y privadas a ser edificios de Consumo Energético Casi Nulo (EECN).
Préstamos sostenibles para viviendas pasivas
Sea cual sea el tipo de vivienda, se suele solicitar financiación para adquirir un inmueble. Las entidades no son ajenas al cambio de normativa que se avecina; y ha regulado un compromiso que de momento engloba a 37 bancos europeos. El objetivo es incentivar unos préstamos favorables para la adquisición de este tipo de viviendas. En nuestro país, son 3 los bancos que ya ofertan este producto financiero. El Plan de Acción sobre Hipotecas energéticamente Eficientes, o Emaap, nombre que recibe esta alianza, dará respuesta a las inquietudes de los compradores.
Estos préstamos o hipotecas «verdes», suponen un incentivo importante. Estarán dotadas de algunas ventajas que las harán unos productos apetecibles y con beneficios fiscales. Las viviendas pasivas, al tratarse de inmuebles con un gasto energético muy reducido, constituyen además un colchón seguro para las entidades prestamistas. ¿Por qué? Por la razón de que el propietario no tendría que destinar parte de sus ingresos a pagar abultadas facturas de energía. Reduciendo la posibilidad de impago o retrasos. Es decir, una vivienda pasiva ayuda a evitar la morosidad. Por tanto, los préstamos sostenibles para viviendas pasivas se antojan como unos productos modernos. Que saben ir con los tiempos, y que pueden ayudar a hacer del proceso de compra de una vivienda, algo más ventajoso.