Tradicionalmente hemos solicitado financiación a los bancos, unos establecimientos que proporcionan productos de todo tipo. Desde créditos, hasta planes de pensiones. Sin embargo, existen muchas diferencias entre lo que es una entidad bancaria y otra financiera. Si no tienes muy clara la misión de cada una de ellas, hemos preparado este artículo para que salgas de dudas.
¿Conoces en qué se diferencia una entidad bancaria de una financiera?
Las entidades bancarias
Es lo que tradicionalmente conocemos como bancos. Surgidos desde la antigüedad e implementados en Europa a partir del siglo XVIII. Los bancos son capaces de ofrecer multitud de productos diferentes a sus clientes. En un banco podemos abrir una cuenta corriente, contratar un seguro, planes de futuro para nuestra jubilación o incluso, comprar acciones. Podemos decir que una entidad bancaria tiene una visión bastante más global.
Las entidades bancarias obtienen beneficios económicos de diferentes vías. Son capaces de generar ingresos gracias a la venta de todos estos productos, además de los intereses con los que se van abonando los créditos.
Entidades financieras
Este tipo de entidades ha conseguido cubrir un hueco que anteriormente era cuestión exclusiva de los bancos. Las financieras ofrecen liquidez para la compra de cualquier bien de consumo. Ya sea la compra de un coche, un ordenador portátil o pagar la compra en los grandes almacenes.
En cuanto a la manera de conseguir ingresos, este tipo de entidades las tiene gracias a la venta exclusiva de este tipo de financiación; obteniendo beneficios gracias a los intereses. Pero una entidad financiera se dedica exclusivamente a ese campo, no puede ofertar otro tipo de productos a excepción de los seguros.
Es una realidad que las entidades financieras han conseguido captar gran parte de clientes. Ya no solo ofrecen financiación para bienes de consumo, sino que además ofrecen préstamos rápidos. Muchos de ellos son otorgados a pesar de que el cliente esté registrado en un fichero de morosos.
Financiar una compra en los grandes almacenes o una tienda es algo que podemos realizar gracias a las entidades financieras. Si bien el tipo de interés suele ser algo más alto que en un préstamo bancario, son una manera cómoda de pagar las compras. Habitualmente, este tipo de entidades fidelizan a sus clientes con la posibilidad de financiación a intereses menores.
¿A quién recurrir para obtener financiación?
Depende de diversos factores, como el tipo de interés que se nos ofrezca o el destino de ese dinero. Si lo que necesitamos es liquidez, debemos acudir a la entidad bancaria, o en su defecto, a una empresa de préstamos rápidos. Si por el contrario, vamos a financiar la compra de un artículo, la entidad financiera es la opción más recomendable. Poseen diferentes acuerdos con tiendas y cadenas comerciales, de tal forma que sabremos rápidamente cómo son las cuotas y el plazo estimado.
Las diferencias entre una entidad bancaria y una financiera se determina por la variedad de tipos de productos que ofrecen entre ambas. Un banco ofrece mayor gama, si bien una financiera suele tener unos criterios menos estrictos a la hora de poder tener acceso a bienes de consumo.