A la hora de elegir una buena contraseña para nuestra banca online hemos de tener presente que lo que deseamos es ponerlo difícil a los delincuentes. De la fortaleza de nuestra contraseña y de lo cuidadosos que seamos con nuestro dispositivo móvil, dependerá que podamos tener o no un disgusto. Te ayudamos a saber cómo hacer del acceso a tu banca virtual algo más complejo.
El auge de las apps de banca
Desde el boom de los dispositivos móviles no han parado de aparecer aplicaciones de todo tipo, y las de banca no son una excepción. Esto se debe a que permiten el acceso a nuestras cuentas de forma rápida. Así podemos consultar su estado sin pasar por un cajero o realizar una transferencia. A pesar de lo que se pueda llegar a creer, son aplicaciones muy seguras, pero nosotros somos los responsables finales de ellas. Perder el teléfono o que nos lo roben es siempre posible. ¿De verdad vas a darle facilidades a los malos?
Generar contraseñas seguras depende de nosotros, con ello estamos robusteciendo las posibilidades de acceso. Porque a pesar de todo, los piratas informáticos no son algo de ciencia ficción. Y si no seguimos unas normas y se lo ponemos difícil, la posibilidad de encontrarnos con una desagradable sorpresa aumenta. Todo comienza por aplicar contraseñas robustas a nuestra banca online, ya sea en formato web o de app móvil.
Cómo elegir una buena contraseña
En primer lugar, las apps de banca online y sus versiones en formato web suelen solicitar contraseñas numéricas. Esto no debe ser un inconveniente, podemos hacer contraseñas seguras igualmente. En el caso de que permita letras también, mucho mejor para ti.
Consejos para tener una contraseña segura
- Escoger una contraseña que contenga números, letras mayúsculas y minúsculas, y algún carácter especial. En el castellano tenemos una letra ideal que robustece una contraseña. Sí, es la letra Ñ.
- Si puedes usar números y letras, utiliza reglas sencillas para recordar tu contraseña. Por ejemplo, T5MvDa: «Tengo 5 muñecas vestidas de azul«. Si añades un carácter especial al principio, en medio o final, mejor.
- En el caso de ser contraseña numérica, olvídate de tu fecha de nacimiento, de la de tu pareja o hijos; de la de tu boda o similares. Y por supuesto, 123456 no vale, como tampoco sirve tu número de teléfono o NIF. Apréndete de memoria una secuencia o bien, la fecha de un momento histórico. Por ejemplo, 14101066, en la que se libró la Batalla de Hastings. De paso, nos apasionamos a la historia.
- No apuntes nunca la contraseña en un papel o en un documento en tu propio dispositivo. Para ello, mucho mejor algún programa gestor de contraseñas, en los que se almacenan y guardan bajo una contraseña maestra, que será también lo más robusta posible.
- Cambia las contraseñas de acceso a tu banca online de manera periódica, quizás cada 6 meses.
- Si tu dispositivo es iOS, el propio sistema operativo permite guardar las contraseñas en el Llavero; un espacio al que se accede o bien por huella dactilar o Face ID. Igualmente, iOS tiene un potente generador de contraseñas seguras que siempre puedes usar.
Elegir una buena contraseña es solo cuestión de una cosa, usar la imaginación. Todo lo que hagamos por una contraseña robusta, será una apuesta por la seguridad y por evitar disgustos futuros.